jueves, 23 de febrero de 2012

La Fuerza del Corazón

Tenemos la posibilidad de ser puntos de Luz en un mundo gris y oscuro. Tenemos la opción de sonreir en un mundo triste. Tenemos la oportunidad de ayudar en un mundo donde muchas personas se sienten solas y perdidas. 

Porque esa es nuestra Esencia. Porque aún queda fuerza y esperanza en el corazón de muchos de nosotros. Aún si nada de lo que podamos hacer sirva de mucho, sentimos en nuestro interior que este es nuestro momento y que debemos estar en primera línea de combate por aquellos que lucharon antes que nosotros y por todos aquellos que están por llegar.

Dejemos nuestra huella en esta Tierra, en este momento. Somos la voz de la consciencia, la voz del corazón. Que no nos pare el miedo, el cansancio, la impotencia o la desesperanza, porque ese es el camino de los débiles y los cobardes que esperan la señal para salir de la sombra. Somos esa señal, despertadores de consciencia, manos que se tienden y la fuerza del corazón. 

Mostremos al mundo nuestra fuerza de una vez por todas. Guerreros, Guerreras, luchadores/as incansables: Ha llegado el momento de salir de la sombra. Que todos sepan que estamos aquí, dispuestos a demostrar con nuestras vidas y nuestro ejemplo que un mundo mejor es posible.

Nunca nada ha podido, ni podrá detener a un Corazón Despierto.

domingo, 12 de febrero de 2012

"Canto a mí mismo" Walt Whitman

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.