domingo, 12 de diciembre de 2010

El camino del guerrero

El camino del guerrero no es fácil. Aquel que ha decidido recorrerlo debe estar dispuesto a superar duras pruebas. Cuando una fase del entrenamiento termina empieza la siguiente. Cuando un combate termina disfrutamos el sabor de la victoria y o aprendemos de los errores para hacerlo mejor la próxima vez. Rendirse y abandonar ya no es una opción, el verdadero guerrero se levanta y toma la única dirección posible: Seguir adelante.

Por eso la fuerza y la valía del guerrero no se miden por sus victorias sino por la dureza de los golpes que ha recibido y por las veces que se ha puesto en pie cada vez que ha sido derrotado.La determinación, la fuerza de voluntad, la capacidad de encajar los golpes y la decisión de no abandonar los objetivos marcan la diferencia. Pase lo que pase.

Todos sin excepción llevamos la chispa del guerrero en lo más profundo de nuestro ser. Alimentar esa chispa y convertirla en fuego puede llevar toda una vida, pero sinceramente, creo que vale la pena (o la alegría) intentarlo. Quizá hacerlo marcará la diferencia entre haber vivido o simplemente haber pasado por la vida.
 


Al final de todas las cosas no servirá de mucho arrepentirse de lo que hicimos mal o de lo que simplemente, no hicimos.  Solo puede equivocarse o acertar  aquel que lo ha intentado. Equivocarse, pedir perdón, pasar malos momentos… son una parte importante y necesaria del camino del guerrero. Todo forma parte de eso que llamamos Vida. Lo único importante, quizá lo más difícil, es simplemente Vivir.

Lo bueno es que si aún podemos leer este mensaje, aún no es demasiado tarde…

Empieza hoy, empieza a vivir ahora mismo. Disfruta de todas las pequeñas cosas y haz de ellas una excusa para sonreír y un motivo para seguir adelante. Afronta los retos con confianza y ocupa el lugar que ha sido reservado para ti. Tus sueños están deseando hacerse realidad.

No importa ganar o perder, lo único que importa es como has luchado.

Para terminar os dejo aquí una frase de Paulo Coelho:

“Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar”

Un abrazo fuerte.
Jordi

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